¡¡¡Jefe!!! Ponme una de hipocresía. O mejor, dos...

8 de marzo, día de la mujer (en realidad, hasta donde yo sé, es el día de la mujer trabajadora, pero igual se añade ahí todo cristo). Un diario deportivo celebra un foro en donde se hablará del papel de la mujer en el deporte. Entre las distintas personas invitadas al evento para hablar sobre el tema (todas ellas mujeres, claro) está la reciente campeona europea en pista cubierta de triple salto, la atleta Carlota Castrejana, que antes de ser atleta fue jugadora de baloncesto y llegó incluso a defender a la selección nacional. La velada se desarrolla como cabe esperar, es decir se habla sobre los grandes aportes que las mujeres hacen al deporte de este pais (con lo que estoy de acuerdo en gran medida), sobre lo difícil que es para ellas llegar a la élite en comparación con los hombres (aquí no estoy de acuerdo del todo, por lo que he vivido) y en general todo con un buen rollo envidiable (claro que también imagino que a ese buen rollo contribuiría que no hubiera ni una sola opinión contraria a lo que se hablaba allí).

Ahora bien, leo la crónica del evento que este diario deportivo (el diario As) pone al día siguiente y veo esto:

[Carlota Castrejana] "He sido jugadora de baloncesto y el impulso que recibimos para los Juegos [Olímpicos] de Barcelona quizá pueda considerarse discriminación positiva. Mi mundo se rige por becas, por marcas, y cuando consigues un éxito te tratan como a un deportista. Sin embargo sé que hay deportes y países en que discriminan"

A ver... a ver...

Los juegos de Barcelona fueron en 1992, o sea que fueron hace casi 15 años. Si las jugadoras de baloncesto fueron beneficiadas entonces de una "discriminación positiva", quiere decir que esta innovadora práctica se remonta, como poco en círculos deportivos, a hace década y media. O sea, que esta medida (a la que algunas personas nos parece injusta, pues no deja de ser discriminación por razones de sexo, solo que en sentido contrario al "habitual") lleva practicándose de manera clandestina mucho tiempo, pero claro, esas cosas no trascienden. Es más, la buena e inocente Carlota lo dijo sin pudor, como si tal cosa, ¿por qué no? Al fin y al cabo eso es legal (ahora), ¿no? ¿Qué más da que deportistas femeninas reciban más dinero para su formación que los hombres? Eso es lo justo, lo deseable, por ley. Lo será, pero a mí me sigue pareciendo que es un clavo que saca a otro clavo.

Por cierto que al final de su declaración, Carlota parece aceptar que ella no se ha sentido discriminada por ser mujer, aunque si tenga constancia de esto en otros países. Esto quiere decir que, sin haber sufrido ninguna clase de discriminación, se ha visto beneficiada por la "discriminación positiva". Conclusión, la discriminación por razones de sexo existe, y cada vez más. Y la hipocresía, también.

Y ahora lo que ya es la risión... este diario, As, ensalza las bondades de estas mujeres asistentes al foro. Destaca su valor, su entrega, su esfuerzo y su inteligencia, una postura que viene a dejar clara la admiración de este diario a los valores personales de la mujer, dejando de lado otros factores denigrantes para la dignidad de estas que no hacen sino cosificarlas ante los ojos de la sociedad. Esta postura es muy sensata y la comparto al 100%.

Peeeeeero...

¿A que no adivinais que aparece en la contraportada del periódico TODOS los puñeteros días como reclamo para comprar el periódico? Siiiiiiii... mujeres semidesnudas o en poses claramente eróticas, que poco (o nada) tienen que ver con el deporte (de cuando en cuando, en un alarde de coherencia, sacan a alguna deportista en ropa interior, pero por lo general suelen ser novias de futbolistas, o presentadoras de tv o directamente modelos que nada tienen que ver con el deporte)

Aquí dejo la de hoy. El hilo conductor para sacar a la moza en cuestión es que un futbolista italiano ha dicho a un periódico de allá que "me encantaría conocerla en persona".

Vamos... un notición digno de portada.

Asco de hipocresía...