Tuesday, April 3, 2007

Efectivamente, las cosas están cambiando...


Desde luego, si hay un movimiento social que haya evolucionado con rapidez en nuestra sociedad, ese ha sido, probablemente, la llamada "liberación femenina". Todo cambio social conlleva, de un modo más o menos acentuado, un cambio en las costumbres de una sociedad. El ser humano es un ser de costumbres, le cuesta cambiar, por eso, bajo mi punto de vista, cualquier cambio social "acelerado", puede repercutir negativamente en la sociedad. Uno de estos aspectos negativos es el hecho de que algunas leyes y medidas destinadas a mejorar la situación de la mujer puedan imponerse aún cuando la sociedad piense que sean manifiestamente injustas. Este hecho, lejos de unir a las personas, puede separarlas aún más, fomentando así, paradójicamente, la desigualdad.
Estas medidas progresistas sociales, de un modo u otro, están polarizando a la sociedad en "los progresistas" y "los retrógrados" según apoyen por completo estas medidas o por el contrario algún punto de estas, o aún en su totalidad, les parezcan inaceptables. Todo es blanco o negro, se pierden las tonalidades de gris, las discusiones civilizadas, el consenso. Todo se reduce a "estas con este movimiento o estás contra de él".

Esto hace que, a su vez, las personas se vuelvan más viscerales y radicales en sus ideas, cayendo tarde o temprano en los tópicos, adornando hechos e incluso inventándose situaciones si valen para defender su postura. Así alguien que fuera "moderado" se ha visto de pronto arrastrado hacia un lado u otro de la balanza, alguien que toda la vida haya sido templado le hierve la sangre y pierde los papeles con este tema cuando alguien le contradice...

He aquí un par de artículos que vienen a ilustrar hasta qué punto este sinsentido está transformando el pensamiento y la perspectiva de las personas.

La persona en cuestión es Rosa Regás, escritora y actual directora de la Biblioteca Nacional.

Pues bien, en la primavera del año pasado Rosa Regás escribía en el "El correo" un artículo sobre la igualdad entre hombres y mujeres (artículo titulado "igualdad" del 30/03/2006). En él deja bien a las claras su pensamiento acerca
del sometimiento de la mujer por parte del hombre, sin embargo reconoce que hay mujeres que se aprovechan de ciertas situaciones para sacar partido de su "debilidad" (en concreto habla de las custodias de los niños en caso de separación). Deja, de hecho, una frase muy esclarecedora:

"El hecho que la totalidad de las mujeres fuera vilipendiada y humillada en una época ya pasada no quiere decir que todas ellas sean justas a la hora de compartir la vida de los hijos."

Yo extendería un poco más la frase y diría que el hecho de que la mujer fuera vilipendiada en una época ya pasada, no quiere decir que las mujeres de hoy en día sean justas, en general. Es más, creo, sinceramente, que decir que un grupo de personas, por haber sufrido en el pasado, sus generaciones posteriores van a tener una especie de gen inmune a la injusticia, es una soberana tontería. Es como decir que los judíos hoy día son los más justos y humanitarios del planeta porque sufrieron mucho con la limpieza étnica aria. Dile a un palestino o a un libanés lo que opinan del sentido de la justicia hebrea...

Pero me voy del tema. Lo que quería resaltar con este artículo era el hecho de que Rosa Regás, a pesar de, o quizá precisamente por, luchar por la igualdad de la mujer y el hombre, desvela los errores y las injusticias que ellas cometen, lo cual me parece perfecto porque eso quiere decir que ellas, como nosotros, también se equivocan, que no son perfectas y que, en definitiva, somos iguales.

Sin embargo...

Sin embargo un año después, el día 30 de marzo de este año 2007 (insisto, solo un año después) Rosa Regás, en una entrevista para "Página 12" (diario argentino de tendencia bastante izquierdista, tal como puede comprobarse en los comentarios y valoraciones que en el artículo se hacen), cambia de registro de manera radical. La entrevista entera no tiene desperdicio, pero me llama mucho la atención lo siguiente:


–¿Cuáles son los aportes más significativos que realizan las mujeres cuando ingresan al mundo de la política?

–Siempre intentamos solucionar los problemas sin sangre, con la palabra, con el trato, con la comprensión, con lo que sea (¿quiere decir eso que los hombres no? Increíble...). Los hombres no sólo han sido los protagonistas de los grandes genocidios de la historia (cierto, todos recordamos a Hitler, Ceaucescu, Stalin, Milosevic... pero también han sido protagonistas de grandes procesos de paz y prosperidad, recordemos también a Ghandi, Sadat, Mandela, Gorbachov, Rabin... decir que los hombres protagonizaron los grandes genocidios de la historia es cierto, pero es una información sesgada), sino que han llevado a cabo guerras injustas como las de Irak (Este comentario no tiene que ver con el tema, pero me pregunto que guerra considera Rosa Regás como "justa") , donde inventaron todas las mentiras que pudieron. (Aquí, la buena de Rosa Regás, parece darse cuenta que ha metido la pata, pues Condoleezza Rice, una mujer, ha sido tan obtusa y mentirosa como Bush en este tema, por lo que se apresura a puntualizar) Claro que después ha continuado una mujer, Condoleezza Rice, pero también sabemos que no todas las mujeres son como Condoleezza o Margaret Thatcher(Aquí Rosa debe de recordar que le están entrevistando para Argentina, en donde el tema de las Malvinas aún escuece, por eso cita a Margaret Thatcher como ejemplo a evitar, para regocijo de los argentinos) . Las mujeres, que hemos sido perseguidas a lo largo de toda la historia, sabemos solucionar los problemas intentando buscar otros caminos menos cruentos. (Rosa parece que quiere dejar claro que Thatcher y Rice no son más que excepciones que confirman la regla. O sea, que las mujeres que hacen mal su trabajo son excepciones, mientras que los hombres que lo hacen mal son la norma general. Además, más adelante deja caer que Rice y Thatcher se habían "masculinizado", dando así una inverosímil salida a ese escollo en su razonamiento de que las mujeres son, en definitiva, mejores políticamente hablando que los hombres.Yo no sé a vosotros, pero esto a mí me suena a basura propagandística más propio del núcleo duro feminazi que de la escritora cabal y de pensamiento abierto del primer artículo).

–¿Esta tendencia a resolver los conflictos sin sangre es propia de la condición femenina?

–No es propio de la condición femenina como tal (Solo faltaba...), es propio de la educación que hemos recibido las mujeres que, al haber estado sometidas durante toda nuestra historia, es natural que seamos más conscientes y más conciliadoras (¿¿¿COMO??? ¿Eso quiere decir que las mujeres tienen una especie de poder místico que les hace recordar lo que vivieron sus madres y abuelas?) , porque sabemos lo que es estar perseguidas; sabemos lo que es sufrir en silencio todas las mentiras que nos han dicho.(¿Por qué razón el haber estado sometido en el pasado te hace ser más justo en el futuro? ¿En base a qué? Imagino que no hace falta que ponga de nuevo el ejemplo de los judíos perseguidos por los nazis...)



Y así una misma escritora que un año antes había hecho una exposición bastante neutra y objetiva sobre la igualdad entre hombres y mujeres muestra ahora unas ideas radicalistas, llenas de tópicos y de ideas sin fundamentar, tratando de sacar adelante falacias como que las mujeres son más dialogantes (pero por dios... que topicazo...) y dejando veladamente un mensaje claro: las mujeres somos dialogantes y por tanto somos mejores que los hombres que son los responsables de todos los genocidios de la historia. ESO es lo que queda, al fin y al cabo.

Mi pregunta es ¿qué ha ocurrido para que una persona, en el plazo de tan solo un año, escriba cosas tan dispares como estos dos artículos? ¿Por qué un cambio ideológico tan radical?
Creo que la respuesta se encuentra en los primeros párrafos de este post.

Claro que seguramente yo estaré equivocado.

Como siempre.

1 comment:

El exDuende said...

Esto se llama unidad de criterio, si senyor. Depende de para quien sea, digo lo que gusta. A vender libros.

Efectivamente, como dices, hay leyes que mas que ayudar, perjudican. Te voy a poner un ejemplo. En mi empresa iban a contratar a una persona. Se presento una chica que, desde el primer minuto, nos hizo saber que era lesbiana. Pues uno de los motivos de su no contratacion fue precisamente eso. Pero no por ser lesbiana, sino por el miedo a que les denunciara por discriminacion. No contratandola, se acabo el problema antes de iniciarse.

Sobre las desigualdades historicas yo siempre pongo el mismo ejemplo. Mis abuelos eran de Rubielos de Mora (Teruel, existe). Imaginate las condiciones. Mi abuelo trabajaba la tierra de sol a sol, nevara o "apedreara" y mi abuela en casa ayudando con el ganado y criando hijo tras hijo.

Te aseguro que la mujer del alcalde vivia mucho mejor que mi abuelo. Los problemas no eran de sexo, eran de clase. Cuando empezo la guerra, a mi abuelo se lo llevaron y le metieron un tiro. A mi abuela, la dejaron. A mi abuelo no le conoci. Mi abuela murio cuando yo tenia 15 anyos.

Habia tanta desigualdad?

Cuando los iranies detengan a soldados ingleses y la mitad sean mujeres y la mitad hombres, entonces hablaremos. Cuando la esperanza de vida de los hombres se acerque a la de las mujeres, hablaremos. Cuando, por defecto, se de la custodia compartida en caso de divorcio, hablaramos. Cuando....