
Dado que la violencia de género ha causado tanta alarma social, uno no puede por menos que preguntarse ciertas cosas cuando ve algo como lo que se dice en esta noticia.
En ella se relata un suceso (concretamente un homicidio) que tiene lugar entre una pareja. En ella una mujer es víctima de la violencia de su compañero. Lo que pasa es que su compañero es otra mujer, y es aquí donde me vienen las dudas... Es decir, esto NO es violencia "de género", ¿no? Al fin y al cabo ambas son mujeres. Sin embargo, ¿en qué encuestas creéis que se contará esta muerte? ¿En la de violencia doméstica o en la "de género"? ¿O en ambas?
Es lo que pasa cuando te pones a ponerle etiquetas a absolutamente todo para contentar a las masas sociales feminazis que piden una distinción, una especial trato a aquellos asuntos que quieran. De este modo uno ya no sabe en qué clase de violencia catalogar un homicidio. La confusión es tal que ya no pasa nada si las feminazis se "anotan el tanto" y lo incluyen en su lista negra de violencia machista (que como sabéis a raíz de la noticia anterior, ya se generaliza a violencia de género), todo esto con el beneplácito del gobierno (este u otro, me da igual su ideología) que con tal de que no le monten un desagradable pollo consiente todas y cada una de las peticiones feminazis, sobre todo ahora que se acercan elecciones municipales, no vaya a ser que estas me hagan campaña en contra y la cagamos, Manolín.
Ya dijimos como estas personas reescriben el castellano a su antojo y, como dijo el duende citando un libro de Jack Kammer, el poder es de quien hace las normas. Y las normas, los términos y hasta me atrevería decir que ciertos proyectos de ley que atañen a la lucha contra la desigualdad de la mujer en la sociedad, son impulsados por la rama más "moderna" (nótese que lo moderno no siempre es bueno) y fascista del movimiento feminista. Las feminazis.
Sin embargo le doy desde aquí un tirón de arejas a las feministas moderadas que, lejos de criticar la actitud de sus radicales compañeras, consienten sus salidas de tono en tanto en cuanto sus labores sirvan para la causa. Eso, amigas mías, es ser cómplice de los atropellos.









, donde inventaron todas las mentiras que pudieron. 
